En los últimos blogs, ya comparti alguna información sobre el tema del "aprendizaje con los sentidos". Para ilustrar la importancia de nuestros sentidos - también en el desarrollo personal - el "Humúnculus" es ideal.
El humúnculo representa una verdad fundamental sobre el cerebro: Este es el aspecto que tendría un ser humano si las partes de su cuerpo fueran tan grandes como las zonas del cerebro que las controlan.
Este homúnculo es una representación sensorial del cuerpo humano. Representa la ponderación de la percepción sensorial en el procesamiento de la información en el cerebro (corteza cerebral).
Las zonas que se muestran sobredimensionadas, como los ojos, pero sobre todo la boca y las manos indican las zonas más sensibles de nuestro cuerpo. Esas zonas cerebrales están más ennervadas que la media, porque nuestro cerebro gasta más recursos en procesar la información que llega aquí. Así, las manos y la boca ocupan más de la mitad de nuestra superficie cerebral.
Toda la información procedente de los diferentes sentidos tiene un efecto sobre determinadas habilidades del cerebro: Planificación motriz, coordinación, conciencia corporal espacial, confianza en sí mismo, autorregulación (emocional), lectura, estado de ánimo, concentración, equilibrio, capacidad de abstracción, lenguaje, retórica, capacidad de planificación, pensamiento multidimensional, creatividad, etc.
Por ejemplo, cuando ejercitamos los dedos y ensayamos un nuevo ejercicio que implica pensar, la mente está trabajando a toda velocidad. Cuando los dedos y las manos se mueven con intención, hacemos tanto por el flujo sanguíneo al cerebro como si todo el torso estuviera activo.
Los centros superiores (corticales), responsables del pensamiento lógico-abstracto, del lenguaje, etc., sólo pueden funcionar sin interferencias si la integración sensorial de la información (sensorial) es exitosa. Describiré exactamente cómo funciona esto en mi próximo blog.
Todo esto se aplica a nuestra vida privada y profesional, porque al fin y al cabo, llevamos nuestro cuerpo junto con nuestros sentidos a todas partes.
Entonces, ¿por qué no integrar por fin el cuerpo y sus funciones en nuestra vida cotidiana y en nuestro desarrollo personal? Nuestro cuerpo es la base del aprendizaje, la concentración, el desarrollo de nuevas habilidades... Así que es lógico utilizarlo como eje central en el coaching corporal y prestarle más atención en general.
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