Nuestro sistema nervioso autónomo tiene tres estados primarios que permiten nuestra supervivencia.
Como indicamos en el blog sobre la TeorÃa Polivagal utilizando los "tres cerebros", cada uno de estos estados tiene sus propias sensaciones corporales, emociones y comportamientos. Deb Dana creó lo que ella llama la "Escalera Polivagal" para ilustrar los estados fÃsicos. Podemos utilizarla como guÃa para saber qué ocurre en cada estado de nuestro cuerpo.
Neurocepción de la amenaza vital: el estado dorso-vagal del sistema nervioso
El llamado estado dorsal-vagal se muestra en la parte inferior de la escalera. Si nuestro sistema nervioso se encuentra en este patrón de reacción, nuestro sistema nervioso parasimpático está activo, nuestro cuerpo se siente expuesto a una amenaza vital y reacciona con un patrón de supervivencia vital.
Emocionalmente, nos sentimos entumecidos, solos, desesperanzados, inmóviles. Nos quedamos literalmente paralizados. En estas situaciones, la seguridad y la esperanza parecen inalcanzables. La desesperación se extiende. Sentimos que no hay salida; la pena y la vergüenza también son sentimientos comunes.
FÃsicamente, el estado dorso-vagal puede manifestarse con un ritmo cardÃaco lento, piel frÃa y pálida, tensión arterial baja, mayor tolerancia al dolor, poco movimiento, postura encorvada y mirada baja, asà como náuseas o incluso vómitos.
Nuestro comportamiento en el estado dorsal-vagal es muy aislado. Catatonia, llanto silencioso frecuente, baja motivación, autolesiones, pensamientos catastróficos hasta el desmayo pueden ser signos.
Actividad del sistema nervioso simpático - neurocepción del peligro
En el segundo peldaño de la escalera, nuestro sistema nervioso simpático está activo. Nuestro sistema nervioso percibe el peligro y reacciona con un patrón de lucha o huida. Los pensamientos acelerados y el malestar, la sensación de estar desconectado de los demás y del mundo están asociados a estos patrones.
Emocionalmente, se extiende la excitación. Los sentimientos que pueden asociarse a este estado simpático son la ira, la frustración, el enfado, el asco, el odio. Surge la ansiedad, nos sentimos estresados y tensos y al mismo tiempo tenemos ganas de movernos.
FÃsicamente, este estado de nuestro sistema nervioso se manifiesta en un ritmo cardÃaco acelerado, respiración rápida y superficial, tensión muscular e incluso dolor. Los intestinos se cierran, hablamos a un ritmo más rápido y con una voz bastante monótona. Puede producirse una pérdida moderada de audición y nuestra postura es más encorvada.
En cuanto al comportamiento, se observan ganas de moverse y hacer trabajo fÃsico, evitación social, ansiedad, llanto intenso, temblores, pero también agresividad.
Neurocepción de la seguridad: el estado ventral-vagal del sistema nervioso
El peldaño superior de la escalera, el estado ventral-vagal de nuestro sistema nervioso está muy dotado de recursos y relajado. Aquà también se activa nuestro sistema nervioso parasimpático, pero de un modo diferente. A través de la corregulación y la autorregulación estamos en sintonÃa con nosotros mismos, con los demás y con el mundo. Buscamos apoyo y lo ofrecemos a los demás. Es un estado esperanzador, somos resilientes y flexibles a las opciones.
Emocionalmente, este estado se manifiesta como alegrÃa, amor, fluidez, satisfacción, compasión y curiosidad. Nos sentimos centrados y seguros, enraizados y conectados con nosotros mismos y con lo que nos rodea.
FÃsicamente, podemos reconocer el estado ventral-vagal por un ritmo cardiaco tranquilo, una mirada suave y expresiva, una respiración profunda y regular, una postura relajada y un lenguaje corporal abierto.
Nuestro comportamiento se caracteriza por el pensamiento creativo, la orientación a la resolución de problemas, estamos atentos, podemos permitirnos lágrimas de alegrÃa o dejarnos llevar, y nos sentimos seguros en el contacto y la intimidad.
¿Conoce su sistema nervioso?
Si conocemos estos estados de nuestro sistema nervioso y nuestros patrones de reacción, también podemos aprender a tratarlos o a cambiar los patrones indeseables mediante un entrenamiento especÃfico de nuestro sistema nervioso.
Ya sea a través de la meditación, ejercicios de respiración, métodos psicoterapéuticos corporales, como Core Energetics, Somatic Experience o entrenamientos neurosensoriales, como el SSP o a través de la co-regulación con personas o animales; el trabajo con nuestro sistema nervioso nos hace más resistentes, equilibrados y nos permite reaccionar con más calma a los retos de la vida cotidiana.
En mis sesiones de coaching trabajo con ejercicios de Core Energetics, asà como con los programas de entrenamiento SSP y Focus System para relajar especÃficamente el nervio vago. Si quieres saber más o tienes alguna pregunta, no dudes en echar un vistazo a mi página web o concertar una consulta inicial gratuita.
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