El desarrollo genuino y holístico de la personalidad comienza con nuestra percepción sensorial. Al principio, esto suena un poco insólito para mucha gente, pero es lógico si se tiene en cuenta que el ser humano experimenta el mundo sobre todo a través de sus sentidos antes de pensar.
La percepción sensorial y el procesamiento de los estímulos sensoriales constituyen una base importante de la forma en que los seres humanos nos comportamos, de cómo reaccionamos a nuestro entorno y de cómo/qué pensamos.
Ya lo dijo Da Vinci: "Todo conocimiento comienza con los sentidos". Y tenía razón en eso. Una imagen que me gusta utilizar como ejemplo para explicar cómo funcionan la percepción sensorial y nuestro cerebro es la expresiva obra de arte "Guernica" de Picasso.
Esta protesta de 27 metros cuadrados contra el bombardeo de Guernica fue pintada por Picasso en 1937 en respuesta a su destrucción durante la Guerra Civil española.
Las partes de cuerpos humanos y animales desmembradas representan fragmentos de información que percibimos a través de nuestros sentidos. Por supuesto, en los cuadros hay mucho margen para la interpretación, pero es igualmente posible que el cerebro de Picasso se limitara a poner estos pedazos (su percepción del mundo) en el lienzo 1 a 1. Esto tendría sentido en la medida en que nuestro cerebro a veces interpreta la información que recibe a través de los sentidos de forma inadecuada o más allá de la realidad.
Nuestros sentidos y su integración sensorial a una edad temprana son la base de nuestro desarrollo y del aprendizaje permanente. Esto se puede ver muy bien en la pirámide de aprendizaje de Williams & Schellenberger.
La percepción sensorial no se puede pensar, sino sólo sentir. Y sólo a través de esto funciona el pensamiento. Primero tomamos los estímulos a través de nuestros sentidos, los procesamos (mejor o peor) y luego pensamos. Y no al revés.
Primero nuestro cuerpo organiza los estímulos sensoriales (procesamiento sensorial) para que finalmente el proceso cortical, cognitivo, pueda ser eficiente. Es decir, ¡el pensamiento funciona a través del sentir!
Por esta razón, también es más que sensato trabajar con nuestros sentidos en el desarrollo de la personalidad (es decir, en la formación y el coaching, pero también en el desarrollo de los recursos humanos) en lugar de hacerlo sólo con nuestro cerebro.
Aprendemos más rápido y más fácil cuando realmente TOCAMOS, SENTIMOS, OLEMOS, etc. las cosas. Por eso el aprendizaje a través del juego y el aprendizaje con y a través del movimiento funciona tan bien (esto ya se ha demostrado en muchos estudios; por desgracia, utilizamos este conocimiento demasiado poco).
El hecho de que lo hayamos olvidado como adultos no sólo es una pena, sino que es contraproducente.
Las personas con una buena percepción sensorial y unos reflejos primitivos bien integrados suelen tener un cuerpo más resiliente que puede procesar mejor el estrés.
Esta es otra razón por la que la percepción sensorial y el movimiento forman parte de mi formación y entrenamiento. Sólo así se podrá llevar a cabo un desarrollo holístico y eficaz y se podrá obtener una imagen coherente de los distintos pedazos de información.
A menudo me pregunto cómo veía Picasso el mundo para crear este extraordinario cuadro. ¿Cómo interpretó su cerebro su percepción sensorial para pintarlo así?
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