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Por qué nuestra biología es importante en el desarrollo de la personalidad

¿Qué tienen en común la terapia ocupacional, la sensoriomotricidad y la neurociencia? - Constituyen la base de un desarrollo exitoso y holístico.


En primer lugar, comprender nuestro cuerpo, nuestro sistema nervioso y su funcionamiento, y aprender o esforzarse por realizar cambios en función de ello, hace que el desarrollo de la personalidad no sólo sea más fácil, sino también más eficaz y, sobre todo, holístico.


Si conocemos nuestro cuerpo y sabemos que en él se almacenan todas nuestras experiencias, motivos, creencias, etc. y que la mayor parte de nuestro subconsciente está anclada en el cuerpo, también podemos utilizarlo para afrontar retos, resolver problemas y aprender.


Muchos adultos y niños suelen tener una deficiencia no reconocida en la percepción sensorial correcta. Esto ya se desarrolla en la fase de la primera infancia, por ejemplo, mediante movimientos que entrenan la propiocepción, la motricidad gruesa/fina, la maduración/integración de los reflejos primitivos, la coordinación manos-ojos, etc.


La integración de los reflejos primitivos y el buen desarrollo de la percepción sensorial son la base para el desarrollo posterior, el aprendizaje y el bienestar.

Si la percepción sensorial no se ha desarrollado correctamente o nuestros reflejos primitivos no están totalmente integrados, el cuerpo se siente constantemente inseguro. Esto puede manifestarse, por ejemplo, en las dificultades de aprendizaje y concentración o en el AD(H)S, pero también en muchos otros comportamientos y bloqueos.


La neurocepción, es decir, la capacidad de nuestro sistema nervioso autónomo (SNA) de comprobar y evaluar automáticamente las señales de nuestro entorno (modo de seguridad o supervivencia), desempeña un papel fundamental en este contexto. Se origina en el tronco del encéfalo (el llamado cerebro reptiliano, que tiene más de 500 millones de años) y es un proceso subcortical, es decir, puramente inconsciente, instintivo e intuitivo, que evalúa los riesgos en todo momento y nos ayuda a distinguir las situaciones peligrosas de las seguras.


La información sensorial del entorno se absorbe en el caso de una percepción sensorial "defectuosa" o de unos reflejos primitivos no integrados o escasamente integrados, de tal manera que nuestro SNA está permanentemente en modo de supervivencia (lucha/huida/miedo). Esto provoca estrés. Los factores de estrés adicionales de la vida cotidiana son entonces aún más difíciles de sobrellevar porque el nivel de estrés de estas personas es per se e inconscientemente ya muy alto.


Esta es una de las razones por las que algunas personas son más resilientes que otras. Si tenemos los reflejos primitivos bien integrados y una buena percepción sensorial, tenemos un cuerpo más resistente que puede procesar mejor el estrés.

Un SNA permanentemente tenso también significa que nuestra capacidad de absorción y aprendizaje se reduce. Por ejemplo, si queremos aprender algo nuevo o cambiar patrones de comportamiento, la base es un sistema nervioso relajado, es decir regulado.


Para lograr un desarrollo holístico y crear la base para el aprendizaje permanente, trabajo en mis sesiones de coaching y entrenamiento con ejercicios de integración sensorial / sensoriomotriz y música especialmente procesada que estimula nuestro nervio vago (el llamado nervio de la relajación).

Finalmente, si nuestro sistema nervioso está relajado y nuestra percepción sensorial bien integrada, el desarrollo personal holístico también tiene éxito, porque no sólo tiene lugar en la cabeza, sino en todo el cuerpo.


Puedes encontrar más información sobre el coaching sensoriomotor y el entrenamiento del vago aquí.


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