Como vimos en el último artículo, una de las formas en que empezamos a traicionarnos a nosotros mismos es no estar en contacto con nosotros mismos. Desde este punto de separación de mí mismo, es un pequeño paso y una cuestión de tiempo traicionar al otro.
También nos traicionamos a nosotros mismos por la ilusión y la búsqueda de que la seguridad se puede lograr en la relación.
Una de las formas de no estar definitivamente seguro es hacer que mi vida dependa de una determinada reacción emocional de mi pareja. Entonces caigo en la trampa de sentirme indefenso e impotente.
En cierto sentido, lo único que puede hacer que te sientas inseguro en una relación es la exigencia de que nunca serás rechazado.
En la búsqueda de la seguridad, empezamos a vivir sólo un aspecto de nuestro ser. Este es el comienzo de la caída, la causa de la monotonía y el aburrimiento. Este es el punto en el que empezamos a traicionarnos a nosotros mismos. A veces el miedo a que la otra persona me acepte es tan temible como el posible rechazo. ¿Qué pasaría si te aceptaran de verdad? En algún momento, alomejor hasta te has alegrado de haber sido rechazado. Así no tienes que trabajar en ti mismo. ¿Por qué? ¿Qué es lo que ya no tenemos que trabajar en nosotros mismos si somos rechazados? Aquí estamos, listos para ser rechazados, y no podemos soportar no ser rechazados. Podemos dejar de trabajar en ser abiertos. No tenemos que trabajar en defendernos. Estamos tan acostumbrados a defendernos que nos parece un trabajo no estar en la postura defensiva. Si me aceptan por lo que soy ahora, está bien, ¿no? Pero no sé quién voy a ser mañana. Es muy aterrador para alguien que realmente quiere ser real encontrarse con alguien que le acepte ahora, pero ¿será capaz de "proporcionar" siempre esa aceptación? Es casi como si se sintiera como una obligación ser aceptado. "Ahora tengo que seguir así el resto de mis dias".... Cuando construyo una relación con mi pareja y todos mis esfuerzos se dirigen a que no me rechace, aumento la probabilidad de que lo haga: No estoy siendo real, no me estoy entregando a él, estoy tratando de manipularlo para que no me rechace. Por lo tanto, la única seguridad que puedo crear realmente en mi relación es no preocuparme por estar a salvo con mi pareja. Esto requiere fe. Fe en que nada se acabará. Si queremos tener una relación íntima con alguien y no confiamos, pero sabemos que seremos capaces de tolerar lo que venga, somos mucho más vulnerables y libres. Decimos: "No pasa nada, no confío lo suficiente en la relación con mi pareja como para estar tranquila, pero soy capaz de aguantar ese descomfort, puedo sostener la incomodidad de “no saber” sin hacer nada para ganar una "supuesta" sensación de seguridad”. Pero lo que hacemos en cambio es intentar fingir que confiamos, intentamos convencer a nuestra pareja de que confiamos en ella, intentamos convencernos a nosotros mismos de que confiamos en ella. Tenemos que aprender a saber vivir con esa inseguridad de que no existe la seguridad. Si no lo aprendemos, acabaremos intentando establecer una seguridad ilusoria que conlleva al control, al control de eventos, de resultados, de cómo tengo que ser yo o el otro para que mantener esa seguridad. Así que deberíamos aceptar dónde estamos, incluso el hecho de que no queremos estar donde decimos que queremos estar. "Quiero estar contigo, quiero estar contigo todo el tiempo". Qué mentira. Más correcto sería: "Ahora quiero estar contigo, pero mañana no sé si lo haré". "¡Confío en ti al 100% en todo!".... ¿Es eso cierto? ¿Puede ser cierto? ¿Cómo podemos saber que siempre son dignos de confianza? Mañana pueden sorprendernos. Por lo tanto, si te prometes a ti mismo que confiarás en alguien para siempre, no entrarás en una relación con él/ella. Si realmente confías en tu pareja, estás dispuesto a hacerles saber que hay momentos en los que no confías en él/ella. Si realmente confías en tu pareja, tienes que estar bien con los momentos en los que no confías en ti mismo, de lo contrario no confías en él/ella.. Esa es la voluntad de aceptar cualquier tipo de experiencia. Si siempre confiáramos, no pensaríamos en la confianza, ¿verdad? Confiamos en que nuestra mano está disponible cuando queremos coger un vaso de agua. No pensamos en ello, simplemente lo cogemos. Confiamos en que nuestra pierna esté ahí cuando queremos levantarnos, no nos preguntamos: "Quiero levantarme, ¿confío en que mi pierna esté ahí para mí?". Cuando soy vulnerable, dejo de pensar en ello, simplemente soy vulnerable: Abro la boca, hablo, quiero conectar emocional o físicamente, etc.... La mente no está presente. Cuando la mente está presente en la toma de decisiones, eso es el miedo. Ese es el momento en el que te vuelves indefenso. Muy a menudo decimos: "Quiero estar contigo", y en parte es cierto, pero como también tengo miedo de ser vulnerable y entregarme a lo que pueda surgir de ese espacio de profunda intimidad, la mente interviene y decide cómo tiene que ser para que yo esté seguro. Y para que me sienta seguro, la otra persona debe cumplir ciertas expectativas y debe ser el hombre o la mujer de mi imaginación, la persona que he idealizado. La mente racionaliza el impulso. Esto puede funcionar durante un tiempo, porque la otra persona se controla para poder ser la persona elegida de mi imaginación. Pero entonces, ¿qué ocurre con la relación? Muere. Entonces, pasamos a la siguiente pareja y recreamos una situación similar a la anterior.. Y ya sabemos lo que hace eso, ¿no? O decidimos que hay algo malo en nosotros, o decidimos que hay algo malo en "los hombres", "las mujeres", "los pequeños", "los ricos", "los no académicos", lo que sea que estemos buscando. ¿O es diferente para ti? Preguntas para la reflexión
¿En qué situaciones o qué características tuyas tienes miedo de que tu pareja te rechace, te mire mal, te humille, etc.?
¿Dónde dejas de ser tú para evitar este daño?
¿En qué situaciones no expresas tu "SÍ" o "NO" para crear una "falsa" confianza/seguridad? ¿Qué intentas controlar?
¿Puedes identificar las situaciones o características personales en las que no confías en tu pareja? ¿Sabe tu pareja que no confías en ella en ciertos aspectos?
¿Puedes identificar los patrones que has adoptado para crear una sensación de seguridad en tu pareja? ¿Qué riesgo intentas mitigar?
¿Qué es lo siguiente? En el próximo artículo me adentraré en la definición del "yo inferior", la vulnerabilidad, la experiencia del verdadero "yo" (mi verdadero yo) y descubriremos cuál es nuestra necesidad más profunda en la vida. Si te ha gustado... ¡Suscríbete! Si quieres recibir más información sobre estos temas, suscríbete a mi boletín aquí. No dudes en consultar mi canal de YouTube sobre coaching corporal y neurosensorial. Fuentes:
Charla de Erena Bramos sobre "Indefensión vs. Vulnerabilidad" en el Instituto de Core Energetics en Grecia.